¡QUE GRANDE PERSÉPOLIS!

¡¡Que grande “Persépolis” de Marjane Satrapi!!... en realidad la ví hace varias semanas, pero bueno, me apetece hablar de ella. Generalmente no me gustan las películas de dibujos animados, las que son para niños me aburren y las que son para adultos suelen parecerme demasiado pretenciosas. Me da la sensación de que sus directores parten de un cierto complejo de inferioridad que les obliga a hacer algo especialmente bueno para que el público diga eso de “como una peli DEVERDAD, pero en dibujos”. Y casi siempre la cagan o están a punto.

Persépolis no me ha parecido así en absoluto. No he leído la saga entera pero sí alguno de sus números, y la película no sólo reproduce fielmente el tipo de ilustraciones y de diálogos que uno ve en el cómic, sino que las mejora. La película utiliza el dinamismo y el sonido que sólo es posible en el cine para recrear de forma mucho más completa el universo real retratado por la autora en su país de origen, Irán, desde los tiempos del Sha hasta el auge de la revolución islámica y los años que han seguido desde entonces. Algunos pasajes están especialmente cargados de fuerza y de ternura. Como detalle negativo hay que reconocer que en ocasiones la Marjane Satrapi adolescente de la película se hace un poco cargante de sabiondona y vivida que parece, pero bueno, sólo es en ocasiones.

Quería ver la película desde que salió en cartelera, pero tenía un cierto temor a que su estreno no fuera otra cosa que una diatriba para preparar las sensibles y adocenadas mentes occidentales ante a una posible acción bélica contra Irán en un futuro cercano. “Persépolis” podía haberse convertido en un panfletillo barato a favor del choque de civilizaciones y en pro de la “libertad duradera” de Bush y sus secuaces. No lo ha hecho porque la genialidad de la autora y del director, han sabido estar por encima, y les felicito por ello.

Así que nada, a ver “Persépolis” todo el mundo.