BABEL
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos. [...]Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
Eduardo Galeano
Eduardo Galeano
Gran película "Babel" de Alejandro González Iñarritu. La vi anteayer y la fuerza visual de sus palabras, sus imágenes y su sonido aún me golpea duro en la cabeza cuando me paro un momento y consigo librarme de las atenciones del trabajo y los quehaceres cotidianos. En esta cinta, el genial director mexicano teje, a partir de un hecho puntual, una trama enloquecida entre tres historias (en Marruecos, EEUU-México y Japón) que se van entrelazando poco a poco hasta componer un relato avasallador y hermosísimo que remata en un final fulminante. No es BABEL una buena película para ver uno de esos Viernes o Sábados en los que luego tenemos intención de salir a tomar unas cañas. Las historias que cuenta Iñarritu secuestran al espectador, lo proyectan contra sí mismo y lo lanzan al vacío crudo y desesperado de la realidad. Una realidad que hace daño y que, a pesar de que nos hayamos acostumbrado a disimularla en el "confort" de nuestras sociedades occidentales, existe. La realidad que se nos muestra en "Babel", aún desesperanzada, está teñida con la serenidad que muestran quienes se saben poseedores de la razón. Lejos de la anodina parafernalia del cine comercial y del sinsentido ininteligible que nos traen algunas películas independientes, el mexicano sabe lo que cuenta, y lo cuenta con todas las ganas y toda la fuerza de su arte. Sigue así, Alejandro, tu si que sabes lo que vale la pena.